Federico A. comenta como la literatura
ha trascendido en todos los aspectos de su vida.
“Mi padre es una figura
central, importantísima para mí, lo he tomado siempre como un modelo, era un
hombre inteligente, tocaba muy bien el piano, sabía mucho. Murió aquí de 85
años. No le encuentro ninguna mancha, ninguna falta siempre portaba
centralmente…” Sostuvo
en entrevista el Dr. Álvarez Arregui con una gran nostalgia al mostrar su
admiración y afecto hacia su padre.
Federico Álvarez Arregui nace en San Sebastián,
España. Es uno de los pocos exiliados de la guerra civil en España. Es doctor e
investigador en filosofía por la UNAM, ha colaborado como crítico literario en Excélsior, Novedades, Siempre y Revista de la Universidad de la UNAM, como
director editorial de las revistas Literatura
Mexicana y como colaborador de La Casa de las Américas. Trabajó en las
editoriales Santillana, Altea y como director del Fondo de Cultura Económica en
España.
El
pasado miércoles 30 de noviembre del año en curso tuve el honor de entrevistar al
profesor Federico Álvarez Arregui que muy amablemente me recibió en su
departamento, era un departamento enorme, amplio, acogedor, lleno de libros y
de un ambiente intelectual interesante. Algunos cuadros resaltaban en la
entrada junto a un par de fotografías familiares. La sesión de preguntas fue
muy extensa pero al final muy gratificante, ya que fue una experiencia importante
conocer un poco más de este personaje al que yo admiro demasiado. Al comenzar
con las preguntas, Álvarez Arregui se mostró complaciente, amable, e interesado
y me ofreció un lugar cómodo. Iniciamos platicando con unas preguntas
personales off the record y después
pasamos a las de la entrevista formal.
- ¿Qué significa la
literatura para usted?
-
La literatura es una de las manifestaciones de lo que llamamos las humanidades más
altas del espíritu humano, a diferencia de la ciencia, la literatura es la
forma mediante la cual nos reconocemos a nosotros mismos y descubrimos el nivel
espiritual de nuestra propia conciencia.
- ¿Cuál es su género
literario favorito?
-
Pues no creo que tengo género literario favorito, pero el género literario al
que más acudo últimamente es el ensayo
-¿Cuál ha sido el mejor
ensayo que usted ha escrito?
-
Nunca me han hecho esa pregunta, tengo uno en la computadora sobre la semiótica
del arte que después de mi ensayo del Eclecticismo y el Marxismo creo que es el
más importante.
- Se dice que usted es
Marxista. ¿Esto es cierto? ¿Si es cierto, por qué se identifica con esta
corriente filosófica?
-
Sí desde luego que sí, sigo esa corriente filosófica, ya que la he estudiado
mucho con mi amigo Adolfo y me relaciono en gran manera con ella porque el Marxismo
es la teoría y la práctica del pueblo, de la clase trabajadora en contra de la
teoría y la práctica del capital. Estoy en contra de la burguesía financiera
que es la que nos ha traído la situación catastrófica en la que estamos.
- ¿Qué es lo más significativo que puede
rescatar de Adolfo Sánchez Vázquez?
-
Bueno, Adolfo ha sido mi amigo desde el principio de mí llegada a México, tenía
10 años más que yo y generó conmigo una fraternidad estrecha. Los dos fuimos
universitarios, el fue mi maestro y al final mi colega, nunca dejamos de
vernos, ni de hablarnos. Los dos somos marxistas, los dos hemos convivido todos
los problemas de la evolución del marxismo en los últimos años, participé de
sus ideas de renovación del marxismo contra el dogmatismo, la ortodoxia, la
estrechez y la mentira y bueno ha muerto pero me deja ese recuerdo de fidelidad
y al mismo tiempo de innovación aunque ahora sea un tanto melancólico y
pesimista.
- ¿Qué siente usted al
ser uno de los pocos exiliados activos aquí en México?
-
Tristeza porque acaba de morir Tomás Segovia que era la figura viva más
importante de ese siglo. Del mundo intelectual quedamos Guiraud, tal vez el
mayor, Arturo Souto, Santiago genovés (antropólogo ilustre), Carlos Blanco y
creo que yo soy el cuarto.
- ¿Qué me dice de su
padre, ya que fue uno de los fundadores de la izquierda revolucionaria en
España?
-
Mi padre es una figura central importantísima para mí, lo he tomado siempre
como un modelo, era un hombre inteligente, tocaba muy bien el piano, sabía mucho.
Era valiente, un marido amantísimo de mi mamá y un padre fabuloso es decir, mi
padre es la figura señera de mi vida. Murió aquí de 85 años, no le encuentro
ninguna mancha, ninguna falta, siempre portaba centralmente.
- ¿Extraña su país
natal?
-
España tomada en grande no me interesa nada, ya que el pueblo español acaba de
dar el triunfo a los franquistas, pero mi país natal sí. Yo nací en el país
Vasco, en San Sebastián y el país Vasco como usted sabe, tiene de siempre una
sensibilidad antiespañola, yo no soy independentista del país vasco, pero
siento la inherencia que hay entre ser vasco y ser español.
- En su transición de
España a Cuba y de Cuba a México, ¿Por qué prefirió residir en México y no en
Cuba?
-
Decidí volver a México porque era donde me ofrecían trabajo. El director de
Bellas Artes, Barros Valero me ofreció la edición de la Revista de Bellas Artes, entonces me ilusionó mucho
luego dirigí la Revista Ases de México.
México fue en el comienzo de mi madurez mucho más consistente, de mi actividad
política y sobre todo intelectual con la colaboración en los suplementos,
revistas y boletines.
- A lo largo de su
trayectoria laboral, ¿Cuál ha sido el puesto más importante que ha tenido?
-
Bueno, el más importante fue dirigir el Fondo de Cultura Económica en Madrid
durante siete años, pero uno de los
trabajos de más honda satisfacción ha sido mi trabajo de editor en el Instituto
de libros de La Habana. Hacer libros en Cuba durante la revolución era una fiesta
cotidiana.
- ¿Por qué ha renunciado
a su cargo en la revista de Literatura Mexicana?
-
Porque he estado muy enfermo y porque ya está bien nueve años de ser director
de una revista.
- ¿Cuál es la
experiencia más grata que le dejo colaborar en esa revista?
-
La relación con los colaboradores es tal vez, lo más grato. En una revista uno
conoce a mucha gente y además la conoce intelectualmente, también la tarea de
llevar la revista adelante es importante, ya que parece mentira pero, que una
revista salga en su día es un pequeño triunfo.
- ¿Por qué siguió en la
docencia?
-
Porque era una especie de descubrimiento de mi verdadera función profesional. En
la Universidad encontré la satisfacción de encontrar sentido a mi trabajo
cotidiano.
- ¿En cuánto a su labor
periodística qué nos puede decir?
-
Mi labor periodística me llovió hace diez años en Excélsior donde me escogieron para sustituir en una columna a un
gran amigo economista llamado Sergio de la Peña. Entonces empecé a escribir
todos los martes durante 5 años, esa es la que considero mi labor periodística.
Finalmente
terminamos la entrevista y platicamos un momento más, ya era un poco tarde y
tuve que despedirme de él. Me abrazó y me dio las gracias, finalmente la
agradecida era yo pero fue una experiencia que jamás olvidaré.
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